1. Cáncer
Es una de las enfermedades más comunes y peligrosas de
nuestros tiempos. Es el crecimiento anormal de células malignas en el
organismo. Se cree que 1 de 3 personas es susceptible de padecerla.
De acuerdo
con la Sociedad Americana del Cáncer, 7,6 millones de personas murieron de
cáncer en el mundo durante 2007. A veces, dada la incapacidad actual de la
ciencia para curar los tipos de cáncer más agresivos en estados avanzados de
evolución, es preferible renunciar al tratamiento curativo y aplicar un tratamiento
paliativo que proporcione el menor grado posible de malestar y conduzca a una
muerte digna.
A partir de la década de 1990 y con las técnicas
terapéuticas disponibles, el cáncer es curable en aproximadamente el 50% de los
pacientes diagnosticados.
2. Alzheimer
Enfermedad neurodegenerativa de causas desconocidas. Es una
de las más difíciles de tratar y afrontar. Provoca deterioro cognitivo,
trastornos en la conducta y pérdida de la memoria. El día internacional del
Alzheimer se celebra el 21 de septiembre, fecha elegida por la OMS y la
Federación internacional de Alzheimer, en la cual se celebran en diversos
países actividades para concienciar y ayudar a prevenir la enfermedad.
Hay diferencias de incidencia dependiendo del sexo, ya que
se aprecia un riesgo mayor de padecer la enfermedad en las mujeres, en concreto
entre la población mayor de 85 años. Para el año 2010 la Alzheimer’s Disease
International ha estimado una prevalencia de demencia del 4,7% a nivel mundial
para personas con 60 años o más, representando cifras al alza respecto a varios
estudios publicados con anterioridad (10% superiores a las estimadas para The
Lancet en 2005).
Se ha probado la eficacia de fármacos anticolinesterásicos
que tienen una acción inhibidora de la colinesterasa, la enzima encargada de
descomponer la acetilcolina (neurotransmisor que falta en la enfermedad de
Alzheimer y que incide sustancialmente en la memoria y otras funciones
cognitivas).
3. SIDA
Fue la enfermedad del siglo XX. Causada por el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH), es una enfermedad infecciosa de consecuencias
graves. Se han logrado grandes avances en la medicina pero aún no se conoce la
cura. Al menos sí que se ha conseguido que la enfermedad sea crónica. Las
probabilidades de una cura son ciertamente remotas, así que los esfuerzos de la
investigación actual se centran más en conseguir algún tipo de vacuna que evite
nuevos contagios.
4. Lupus
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad
autoinmune. Es impredecible y puede provocar artritis, anemia, erupciones
cutáneas, etc. Además, ataca órganos internos específicos como el riñón, los
pulmones o hasta el corazón.
El lupus se presenta más comúnmente en asiáticos y africanos
y es 9 veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Las primeras
manifestaciones de la enfermedad se observan frecuentemente entre los 15 y 44
años de edad. Aunque hasta el momento no hay una cura, los síntomas se tratan
principalmente con dosis bajas de corticosteroides, inmunosupresores y
antipalúdicos como la hidroxicloroquina.
5. Diabetes
Generada por un desorden metabólico por el cual la persona
tiene demasiada azúcar en la sangre y no produce suficiente insulina. Un
segundo tipo se da porque el organismo ofrece resistencia a la insulina
producida. La diabetes mellitus no es una patología única sino un síndrome, por
lo cual esta denominación incluye hoy en día a su vez, a varios tipos de
afecciones diferentes pero con una característica común: la hiperglucemia y sus
consecuencias.
Para el año 2000, se estimó que alrededor de 171 millones de
personas eran diabéticas en el mundo y que llegarán a 370 millones en 2030.
Este padecimiento causa diversas complicaciones, dañando frecuentemente a ojos,
riñones, nervios y vasos sanguíneos.
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el 14 de
noviembre.
La diabetes mellitus era ya conocida antes de la era
cristiana. En el papiro de Ebers descubierto en Egipto y que data al siglo XV
a. C., ya se describen síntomas que parecen corresponder a la diabetes. Fue
Areteo de Capadocia quien, en el siglo II de la era cristiana, le otorgó a esta
afección el nombre de diabetes, que significa en griego correr a través,
refiriéndose al signo más llamativo que es la eliminación exagerada de agua por
el riñón, expresando que el agua entraba y salía del organismo del diabético
sin fijarse en él.
6. Ébola
Fiebre hemorrágica transmitida de los primates a los humanos
que puede ser mortal. Es originaria de África y tiene una tasa de mortalidad de
entre 50 y 90% de los casos. En un lapso de una semana, una erupción,
frecuentemente hemorrágica, aparece en todo el cuerpo. Las hemorragias se
presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, haciendo que el
infectado sangre tanto por la boca como por el recto.
El virus está vivo en África. En el año 1976 murieron
alrededor del 85% de los infectados.
El virus del Ébola no tiene cura y ningún tratamiento
específico. El tratamiento que se utiliza en la actualidad es mantener la vida
de la persona mediante métodos de resucitación (respiración artificial, evitando
el RCP pues el virus es contagioso por la saliva) y controlar las hemorragias
en la medida de lo posible. En cuanto a una vacuna, se realizan
investigaciones, pero éstas se complican porque aún no se conocen todas las
proteínas del virus y porque hay sólo cuatro laboratorios equipados para
trabajar con un virus como éste.
7. Asma
Enfermedad crónica que puede avanzar en etapas graves. Se
produce en los pulmones e inflama las vías respiratorias. Si no se lleva un
tratamiento adecuado puede llegar a ser mortal. Aunque se conoce que el asma es
una condición causada por una inflamación crónica de las vías aereas, los
componentes precisos de esta inflamación están todavía por dilucidar y sus
causas son inciertas.
En los últimos veinte años se ha registrado un aumento en su
incidencia debido en parte a la contaminación ambiental y las consecuencias de
ésta, y en parte al aumento de la población mundial. Por ejemplo, la
Organización Mundial de la Salud reportó que un 8% de la población suiza
padecía de asma, comparado con solo 2% hace 25-30 años atrás.
8. Poliomielitis
Enfermedad viral que ataca al sistema nervioso y puede
llegar a causar parálisis total o parcial. Afecta principalmente a los niños de
entre 5 y 10 años.
La enfermedad fue descrita por primera vez por el alemán
Jakob Heine en 1840.
La Organización Mundial de la Salud declara que una zona
está libre de una enfermedad cuando transcurren tres años sin que se dé ningún
caso. En 1994, la OMS consideró a la Región de América (36 países) libre de
polio, en el año 2000 lo hizo con la Región del Pacífico (37 países, incluyendo
China). En 2002 se declaró a la Región Europea.
La OMS ha declarado que sólo quedan cuatro países en el
mundo en que la enfermedad sigue siendo endémica: Nigeria, India, Pakistán y
Afganistán. Si se consigue será la tercera enfermedad infecciosa eliminada de
la faz de la Tierra. La primera fue la viruela, y la segunda la peste bovina.
9. Gripe
Es muy común y probablemente todos la sufrimos en algún
momento. La causa un virus que afecta a las vías respiratorias y que siempre
está mutando, lo que hace que solo lo controlemos por un determinado tiempo.
Hay tratamientos disponibles que se centran en aliviar los síntomas, y también
en ayudar al cuerpo a desarrollar sus defensas.
La gripe alcanza sus picos de mayor prevalencia durante el
invierno, y debido a que el hemisferio norte y el hemisferio sur atraviesan
esta estación en diferentes momentos existen, de hecho, dos temporadas de gripe
cada año: de octubre a abril en el hemisferio norte y de mayo a septiembre en
el hemisferio sur. No se sabe la razón exacta de que la gripe aparezca en esas
épocas, pero se supone que la razón es que, debido al frío, la gente suele
encerrarse en lugares más cerrados y el contacto interpersonal se hace más
estrecho.
10. Resfriado común
Es la enfermedad más común. Después del resfriado, el
enfermo desarrolla una inmunidad al virus. Sin embargo, debido al gran número
de virus que existen, podemos enfermarnos nuevamente. El resfriado común está
causado por numerosos virus (principalmente rinovirus, coronavirus y también
ciertos ecovirus y coxsackievirus) que infectan el sistema respiratorio
superior.
En contra de la creencia popular, la vitamina C no reduce ni
previene los síntomas de la enfermedad.
El hábito de fumar extiende la duración de la enfermedad
aproximadamente tres días de promedio. El dormir menos de siete horas diarias
se ha asociado con un riesgo tres veces mayor de desarrollar una infección
cuando tal sujeto está expuesto a un rinovirus, en comparación con los que
duermen más de ocho horas por noche.
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